El Índice de Precios al Consumidor (IPC) arrojó un aumento de 3,8% en julio, lo que implicó una desaceleración de 0,8 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de junio que fue de 4,6 %.
En tanto, en la primera mitad del año acumula una suba de 86,7 por ciento.
Los especialistas del centro de investigación Libertad y Progreso, aseguran que este fenómeno se explica por la ausencia de grandes incrementos sobre los precios regulados. Esto se traduce en un índice más cercano a la inflación núcleo, que estuvo en torno a los 3,5%.