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BROMATOLOGÍA: SÍNDROME URÉMICO HEMOLÍTICO Y TRIQUINOSIS

PorF.B. (Admin 2)

Oct 4, 2024

Desde el área Bromatología de la Municipalidad de Río Cuarto emitieron una serie de recomendaciones para tener en cuenta a los fines de evitar el Síndrome Urémico Hemolítico y la Triquinosis, dos enfermedades que pueden generar graves consecuencias en las personas.

Inicialmente, los especialistas indicaron que dichas enfermedades son transmitidas por los alimentos y pueden causar la muerte. Además, indicaron que la Triquinosis suele presentarse en forma de brote, por lo que ambas son controladas y monitoreadas diariamente por Bromatología.

Vale decir que el Síndrome Urémico Hemolítico se contrae por el consumo de alimentos contaminados con una bacteria productora de toxina y afecta, principalmente, a niños menores de 4 años, ancianos y personas inmunodeprimidas.

Los síntomas más frecuentes son: náuseas, vómitos, intenso dolor abdominal, fiebre y diarrea sanguinolenta.

Los alimentos que están involucrados son: carne vacuna insuficientemente cocida, leche y lácteos no pasteurizados, frutas y verduras de hojas verdes y agua contaminada.

Las pautas centrales para prevenir el Síndrome Urémico Hemolítico son:

-Asegurar la correcta cocción de la carne, entre 65 y 75 °C. Tener especial cuidado con la carne picada o molida, ya que generalmente se cocina bien la parte superficial permaneciendo la bacteria en el interior.
-Consumir leche y lácteos pasteurizados.
-Lavar cuidadosamente las frutas y verduras.
-Evitar el contacto de la carne cruda con otros alimentos y utensilios (contaminación cruzada).
-Consumir agua potable (ante la duda hervirla).
-Asegurar una correcta higiene de manos y una correcta manipulación de los alimentos.

En lo que respecta a la Triquinosis, es clave saber que es una enfermedad zoonótica causada por el consumo de carne mal cocida o mal procesada, principalmente de cerdo contaminado con el parásito Triquinella.

Los síntomas más habituales son: fiebre, hinchazón de párpados y cara, dolor muscular intenso, dolor abdominal intenso, vómitos, diarrea, erupción en la piel, trastornos cardíacos y respiratorios.

El consumo de salamín casero es la causa más frecuente en la aparición de brotes de esta enfermedad, ya que la carne porcina con la que se elabora dicho salamín, en la mayoría de los casos, no proviene de frigoríficos habilitados y, por lo tanto, no poseen ningún tipo de control veterinario.

Hay varias formas de prevenir la enfermedad. En el consumo, las recomendaciones pasan por:
-Consumir carne de cerdo y/o derivados frescos bien cocidos, ya que el parásito muere por calor, por lo que se debe cocinar la carne porcina hasta eliminar el color rosado.
-Adquirir los productos derivados, embutidos y chacinados (salamín, bondiola, chorizos, jamón crudo, etc.) en comercios habilitados y verificar que todos los productos tengan etiqueta o rótulo de los establecimientos elaboradores habilitados.
-Evitar comprar en paradores o carritos al costado de la ruta que no mantengan las condiciones de higiene adecuadas para la conservación de dichos alimentos.

“Lo que buscamos desde el área de Bromatología es fomentar en la gente un mayor control en la higiene de los alimentos. Como consumidores, también son manipuladores y es necesario que se higienicen bien las manos antes de procesar los alimentos y que no cometan la contaminación cruzada. A la vez, es importante decir que no a la compra de alimentos que provengan de lugares no habilitados, para evitar inconvenientes”, aseguró Cristian Damiani, del área de Bromatología.