El próximo 20 de mayo la Legislatura sesionará virtualmente por segunda vez en su historia. La convocatoria fue anunciada a mediados de esta semana, cuando los ánimos entre quienes mueven los hilos de la Unicameral estaban de parabienes luego de haber sido protagonistas en las primeras sesiones remotas del Congreso de la Nación.
Si la presencia de legisladores de todos los bloques parlamentarios y el pedido previo de los referentes de todos los sectores ya representaba un reconocimiento al trabajo que levantó la imponente estructura sobre la Avenida Emilio Olmos, la experiencia exitosa asentada sobre la infraestructura informática y de comunicaciones de la que dispone el Palacio Legislativo sólo dejó fotos felices hacia adentro de la conducción de la Casa de las Leyes.
No está de más recordar que, cuando el proyecto de la nueva Legislatura se fue llevando a cabo, el actual titular del cuerpo era el responsable de las comunicaciones y la conectividad de la Provincia.
Como es de esperar, la pandemia del coronavirus se lleva todo por delante. Y de la misma forma que habilita la exposición de los buenos tratos legislativos, también es utilizado de razón y excusa para reversionar viejas críticas y rencillas que tienen una prolongada historia en la política cordobesa. Algunos de esos posicionamientos, principalmente opositores, se fueron poniendo de manifiesto durante las últimas semanas, en las reuniones de comisión por las que desfiló una decena de ministros y secretarios integrantes del gabinete provincial.
Desde el oficialismo aseguran que “la sesión no tiene un temario fijo”. De hecho, en la reunión que tuvo lugar a mediados de esta semana se acordó que hasta el martes los bloques irán comunicando los proyectos que creen necesario llevar al recinto y virtual. Será la próxima reunión de Labor Parlamentaria la que fijará el temario “de acuerdo a esos pedidos”.
Fuente: lmdiario