La vicegobernadora electa quiso defenderse de la iniciativa de expulsión de la UCR pero no pudo ingresar a la Casa Radical: “Tendría que estar abierta porque sino volvemos a la época de facto”.
Tras la iniciativa de desafiliar de la UCR a Myrian Prunotto, este lunes la vicegobernadora electa -que se sumó al espacio de Hacemos Unidos por Córdoba liderado por Martín Llaryora-, vivió una insólita situación al llegar a la Casa Radical para presentar una notificación contra su expulsión y se encontró con las puertas cerradas pese a que horario de atención es de 8 a 21.
«Dejamos una notificación por debajo de la puerta», dijo ante los medios presentes al no poder ingresar el lugar donde llegó acompañada de un abogado y escribana pública.
Por el momento, el Comité Central inició el proceso para acusarla por “inconducta partidaria” y ahora el Tribunal de Disciplina debe tomar una decisión. Por esta situación, Prunotto se presentó en la Casa Radical.
“Tendría que estar abierta porque sino volvemos a la época de facto”, denunció la vicegobernadora electa en declaraciones a Radio Mitre y arremetió contra Marcos Carasso, a quien lo calificó como “presidente de facto” del partido porque “se autoprorrogó el mandato”. Además, lamentó tener que “pedir permiso para entrar”.
«Vine a presentar a quien me va a representar en la defensa de esta supuesta desafiliación. Nosotros la verdad que lo hemos recibido a través de los medios y no hemos sido notificados formalmente. Así que vinimos con el doctor Buteler, mi abogado defensor”, explicó en diálogo con Perfil Córdoba.
Prunotto además aseguró que esperaba que “simplemente” le “recibieran la nota como corresponde, como cualquier afiliado y tener la casa abierta”.
Por las crítica de la UCR durante la campaña electoral provincial, Prunotto insistió en que siempre “enarboló la bandera de la UCR”. Por esta razón, solicitará que “se expidan para empezar a trabajar y defenderse de lo que se está diciendo en los medios”.