Lo admitió el propio Caputo, quien buscó anticipar el dato al mercado que atribuyó a los altos pagos de la deuda. Prometió que el saldo positivo vuelve en agosto, cuando también hay compromisos por al menos USD 1.000 millones.
El dato surge en un momento delicado en el mercado, cuando los inversores dudan de la capacidad de pago de los compromisos en moneda dura más por la disponibilidad de dólares que por la falta de disciplina fiscal. Si a la caída cotidiana de reservas de los últimos días se le agrega un deterioro del panorama fiscal, el dato presentado sin más podía deparar una sorpresa desagradable. De ahí que Caputo prefirió preparar el terreno y compartir la información incluso de manera prematura ya que el mes ni siquiera había terminado cuando comunicó la mala nueva.