Entre los años 1887 y 1888, el ingeniero Carlos Cassaffousth y el contratista Juan Bialet Massé construyeron lo que en la actualidad se conoce como el viejo dique San Roque. En su momento, fue considerada una de las obras de infraestructura hidráulica más relevantes del mundo.
El Día Nacional del Agua, que se celebra cada 31 de marzo, es una buena oportunidad para recordar la historia de esta estructura que aún hoy está emplazada a la vera de la ruta E53.
Una proeza que estuvo atravesada por la controversia y el reconocimiento internacional, y que el tiempo logró poner en valor pese a las adversidades.
Tal fue su impacto, que en aquella oportunidad cosechó elogios por parte de Gustave Eiffel, creador de la icónica estructura parisina: “Mi torre y el dique San Roque son las obras más importantes del mundo en este momento, pero mi torre no es productiva y el dique sí”, dijo por entonces.
El viejo San Roque generó admiración en el mundo por sus características técnicas y posibilidades productivas: podía albergar 250 millones de m³ de agua y contaba con un murallón de 115 metros de longitud y 37 de altura.
Fue en 1888 cuando comenzó a acumular agua para abastecer a la región. No obstante, para el período estival de 1891-1892 no había alcanzado un volumen significativo, lo que habría evidenciado deficiencias en su funcionalidad.
Investigaciones posteriores determinaron que la principal causa de este problema radicaba en los residuos de materiales provenientes de la construcción del ferrocarril hacia Cosquín, que habían obstruido la entrada del agua al embalse.
Frente a esta problemática, en mayo de 1892, el gobernador de Córdoba, Manuel Pizarro, solicitó a la Legislatura provincial la asignación de fondos para llevar a cabo intervenciones que garanticen la operatividad del dique. Si bien las deficiencias detectadas no representaban un riesgo inminente de colapso, su corrección resultaba necesaria.
Además, en un intento por esclarecer la situación, el gobernador recurrió al presidente Carlos Pellegrini, quien designó al ingeniero Federico Stavelius, vicepresidente del Departamento de Ingenieros de la Nación, para efectuar una evaluación técnica.
Cuestionamientos sobre la construcción
El informe presentado posteriormente por Stavelius contenía observaciones donde se detallaban fisuras y filtraciones en el dique.
Como solución, recomendaron la construcción de un muro adicional de ladrillos aguas arriba de la estructura existente, con el uso de cemento portland de origen inglés, además del relleno de la brecha entre ambos muros con el mismo material.
Argumentaron que únicamente con la incorporación de este cemento importado podría corregirse la decisión inicial de haber utilizado cal cordobesa en la obra. Sostenían que el material local no era el adecuado para este tipo de obras, pese a que más tarde fue destacado por su altísima calidad por ingenieros extranjeros.
Sin embargo, las dudas acerca del dique se esparcieron y desde entonces circularon rumores sobre la posibilidad de que colapsara.
Por qué Bialet Massé y Cassaffousth fueron apresados
El gobernador Pizarro, el 12 de septiembre de 1892, solicitó el procesamiento tanto de Bialet Massé como de Cassaffousth, bajo la acusación de defraudación en la calidad y el precio de los materiales utilizados en la construcción del dique. Ambos ingenieros fueron encarcelados hasta el 10 de noviembre de 1893.
Una vez realizados sus correspondientes descargos, el Gobierno contrata a Bialet Masse para llevar a cabo obras de reparación.
Así, el empresario eleva un informe en 1906 sobre las condiciones del dique, en el que destaca: “El estado de alarma en que se ha puesto a la población de esta ciudad, infundiéndole temores de una ruptura imposible del dique de San Roque, me hizo dar dos conferencias en la Biblioteca de la Universidad, demostrando el ningún fundamento de esas alarmas”.
“Se encontrarán pequeños desperfectos locales, que son consecuencia lógica y necesaria de su construcción y de la rapidez con que fue hecho, defectos que he tratado siempre que se pongan en evidencia, para que se remedien, porque tengo el interés supremo de su perfección”, completó.
Aún hoy el viejo dique San Roque se encuentra en pie y es visitado por cordobeses y turistas. Una prueba incuestionable del trabajo que Bialet Massé y Cassaffousth llevaron adelante, ambos reconocidos en la actualidad y hasta reivindicados por la Legislatura de Córdoba.
El Archivo Provincial
Gabriela Parra Garzón, directora del Archivo Histórico de la Provincia, destaca que los documentos históricos que se resguardan en el espacio de la agencia Córdoba Cultura permiten comprender algunos detalles de la controversia en torno al viejo dique San Roque, desde la cuestión de su estructura hasta los debates técnicos, administrativos, políticos y jurídicos que marcaron su historia.
“Los informes técnicos, la documentación sobre procesos judiciales, sobre decretos y solicitudes de contratos, reflejan no solo los desafíos de una obra pionera, sino también la complejidad de las decisiones políticas y científicas de la época. Tanto en este caso, como en otros, contar con este tipo de registros nos da la posibilidad de analizar con rigor algunos hechos y rescatar las voces fundamentales para nuestra memoria colectiva», expresa.
Los documentos sobre el viejo dique San Roque y otros documentos históricos, entre manuscritos, gráficos, cartográficos, fotográficos y audiovisuales, además de otros archivos particulares provenientes de donaciones, están disponibles en el Archivo Histórico de la Provincia.
La Sala de Consulta Presencial funciona de lunes a jueves de 9 a 16 horas y es necesario solicitar el material previamente al correo electrónico archivo.historico@cba.gov.ar.
Más información sobre el Archivo Histórico de la Provincia de Córdoba, en este enlace (https://cultura.cba.gov.ar/archivo-historico-de-la-provincia-de-cordoba/).